La muerte de un
torero siempre será noticia como ocurrió con la de Iván Fandiño, a quien ahora
llaman maestro, el que como todos tuvo su propia historia muy particular, por su
origen vasco nunca le brindo un toro al Rey de España como es costumbre entre
la torería, la vida se le fue en un país vecino porque irremediablemente así tenía que habérsele
ido, en la plaza francesa de Aire Sur L’ Adour, producto de los estragos que le causó un toro de Baltasar Ibán cuyo pitón le reventó el hígado y la vena cava
lo que le provocó que la sangre en un instante se le tornara
color catafalco, producto de las fallidas glándulas hepáticas, a las que se
sumaron los daños pulmonares y solo decir que cuando llego a la enfermería
aunque vivo los latidos eran nulos, no permitiendo tomarle siquiera la presión
arterial, luego se esperaron hasta que terminara la corrida pa’ trasladarlo a un lugar a donde se le pudiera brindar atención quirúrgica, la que no se
llegó a dar pues en el camino se le presentaron dos interrupciones cardiacas de
las cuales ya no salió.
Y a lo trágico que
no por ello deja de ser posible que ocurra en una plaza de toros, le siguieron
una serie de hechos que ni a cual irle, comenzando por esa ‘familiaridad’ tan
de acá con la que se refirieron al matador difunto, al que muy pocos conocieron
aquí, a donde creo recordar solo lidio dos tardes provincianas, luego se me
hace incomprensible que en plena era de la información, aduciendo ‘respeto al
torero’ se haya solicitado en las redes sociales se retiraran las fotografías
de la cornada que son testimonios
gráficos de un hecho real, fotos que además no llegaban ni al morbo ni al
amarillismo. ¡Cuidado! no atraigamos a la censura y menos demos pie a que los enemigos
digan que esto es una barbarie, cuando la muerte es un hecho innegable.
Y por supuesto no
podían faltar entre los anarquistas anti taurinos las muestras de alegría que les
provocó el deceso, a ellos se les ha
contestado tal cual merecen lo que a otros taurinos ‘decentes’ no les ha parecido y piden
respeto pa’ los que no respetan ni a la muerte y pregunto ¿es con esa blandenguería
con las que se va a defender la fiesta? ¡No! La fiesta necesita la expresión de la
inconformidad, no el silencio de los inocentes que es el que la ha vuelto débil.
Que acaso no nos hemos dado cuenta que cuando las empresas
empezaron a considerarnos inocentes, por no decir pendejos a los aficionados, fue cuando nos empezaron a meter gato por
liebre, hasta hacernos tragar el toro que no es toro en edad, trapío, bravura y
en ocasiones de dudosa integridad de cuernas, a lo que se sumó los toreros
sobretodo de extranjería que les acomodaba ese engaño y el resultado lógico fue
el abandono de los tendidos por una razón lógica, no se puede ser parte de un
fraude y todavía pagar por contemplarlo.
La lucha por la recuperación de las plazas en algunos alberos,
ciertamente se está dando cuando en ellos se anuncian como extraordinario lo
que debería de ser normal, el Toro Toro, falta aún esas combinaciones
interesantes y convincentes de toreros hambrientos de la panza o del orgullo
por ser figuras a costa de lo que sea, el aplauso en vida o la muerte en el
intento y será entonces cuando el público se entere de ello a través de los
medios serios e independientes, que la gente empiece a regresar poco a poco a
las plazas de toros.
Será infructuoso pensar que esto pueda suceder de otra manera,
la fiesta de toros y toreros es de hechos, no de exhortaciones huecas, a volver
a los graderíos, ¿a honras de qué? si los agraviados son los aficionados de
siempre pues ha ellos se les tiene que reconquistar con nuevas propuestas y con
ellas será con las que la gente vuelva a los tendidos y en esto sí tienen que
colaborar todos los constructores del espectáculo, aportando cuando menos
credibilidad y astucia, ¿Qué será muy complicado armar un cartel con Javier
Tapia ‘Calita’ – Juan del Álamo – Ginés Marín con toros cinqueños de La
Antigua?, ¡ah! ¿Cómo reaccionaría el público cuando sepa que Luis Conrado
frente a Roca Rey le mordió un pitón a
un toro en puntas?, ¿los ira a ver usted cuándo los vuelvan anunciar?
¿O vamos a seguir con lo trillado?
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